En las artes visuales y en especial en la pintura, existe un estado de suspensión entre el artista (sujeto que hace la obra) y el espectador, (sujeto que observa la obra) este estado puede lograrse gracias a un “estar con”. Ese “estar con” no es más que, estar con ese otro a través de su producción. Luego hay un fenómeno que lleva a una interacción entre dos partes, así como artista-espectador forman un par ordenado, pues son dos elementos, la visión aparece en este proceso de conexión visual, en donde la vergencia cobra protagonismo. Este término, que alude al movimiento coordinado de los ojos para enfocar con detalle lo que se encuentra ante ellos, se convierte en el hilo conductor de la experiencia. La convergencia de la mirada se manifiesta como una danza ocular que permite apreciar con profundidad cada trazo, cada matiz, sumergiéndose en la riqueza visual de la obra. Con-vergencias es un juego de palabras que remite a estas dos instancias, la de estar con la obra y a su vez permitirse enfocar, mirar con detalle y detenidamente las pinturas de estos cinco artistas que nos presentan un desafío en lo que normalmente sería nuestro naturalizado punto de vista, es un alto en la lectura en el que debemos mantener una visión binocular para hacer con-verger nuestra mirada y lo que se presenta ante ella. Dudar o creer que lo que se mira siempre será un acto consciente, una pausa reflexiva.